Hace poco más de una década, el Samsung Galaxy Note revolucionó el mercado con su pantalla de 5,3 pulgadas, considerada enorme para la época. Incluso se popularizó el término phablet, una combinación entre “phone” y “tablet”. Desde entonces, el tamaño de los teléfonos no ha dejado de crecer y, en 2025, podemos confirmar con datos que el móvil compacto ha muerto.
Adónde Fueron los Móviles Pequeños?
Un análisis de GSMArena, revisando lanzamientos desde 2010, muestra un claro cambio de tendencia. En aquel año, todos los dispositivos tenían pantallas inferiores a seis pulgadas. Sin embargo, en 2014 comenzaron a surgir modelos más grandes, como el Nexus 6, el OnePlus One y el Samsung Galaxy Edge, estableciendo un precedente para la industria.
El crecimiento continuó y, con la llegada de las pantallas 16:9, los teléfonos se volvieron más anchos y menos prácticos. Fue entonces cuando los fabricantes decidieron alargar la relación de aspecto, pasando a 18:9 o más, permitiendo pantallas más grandes sin aumentar demasiado el ancho del dispositivo.
2025: Ni un Solo Modelo por Debajo de Seis Pulgadas
Hoy, los teléfonos pequeños han desaparecido. No se ha lanzado ni un solo móvil de menos de seis pulgadas en lo que va del año. Solo tres modelos tienen menos de 6.5 pulgadas: el Google Pixel 9a, el Samsung Galaxy S25 y el desconocido Sonim XP400. Todos los demás superan este umbral, y los únicos dispositivos compactos que quedan son modelos con teclado físico o diseñados para personas mayores.
El Porqué del Cambio
El motivo es claro: los teléfonos dejaron de ser simples herramientas de comunicación para convertirse en plataformas de entretenimiento, trabajo y redes sociales. Los usuarios priorizan batería, potencia y fotografía, características que los dispositivos pequeños no pueden ofrecer sin sacrificios. Además, los fabricantes han perfeccionado el diseño al eliminar marcos y botones físicos, logrando dispositivos con pantallas grandes sin aumentar excesivamente el tamaño del cuerpo.
El Futuro: Pantallas Aún Más Grandes
Aunque las pantallas alargadas han permitido aumentar el tamaño sin hacer los teléfonos incontrolables, hay un límite en la comodidad. La solución? Los dispositivos plegables. Desde el lanzamiento del primer Galaxy Fold en 2019, los fabricantes han trabajado en reducir el grosor y mejorar la durabilidad de las pantallas flexibles.
Todo indica que los teléfonos del futuro serán aún más grandes, pero gracias a las tecnologías de pantallas plegables, también más prácticos. En definitiva, los días de los teléfonos compactos quedaron atrás, y el futuro es más grande que nunca.